No muchos se enteraron, pero en abril del 2018 entró en vigencia el acuerdo MRA de reconocimiento de títulos entre Chile y Reino Unido. ¿Su objetivo? Que profesionales chilenos puedan validar sus grados académicos sin trámites demorosos para estudiar en universidades británicas y viceversa. Nuestro país sólo ha firmado 4 acuerdos de de este tipo: los restantes son con Ecuador, Argentina y España. Juan Eduardo Vargas, subsecretario de Educación Superior, explica que en Chile su repartición es la encargada del proceso de reconocimiento de títulos británicos.
En el Reino Unido, a su vez, es responsabilidad del Centro Nacional de Información para Reconocimiento (UK Naric). ‘El trámite es totalmente gratuito. Sin embargo, existen costos asociados a la legalización y emisión de documentos’, aclara. Steve Miller, portavoz de UK Naric, le confirma a LUN que el acuerdo establece la reciprocidad en licenciaturas y posgrados (magísteres y doctorados).
‘La idea del Mutual Recognition Agreement of Higher Education Qualifications (MRA) es permitir que ese reconocimiento sea automático y no haya que esperar mucho tiempo’, define. Ojo: un requisito para validar los diplomas chilenos allá es que la institución y el programa estén acreditados acá por la Comisión Nacional de Acreditación (puede revisar el estatus de cada carrera en http:// bit.ly/BuscadorCNA) Este acuerdo, por cierto, no significa que un profesional chileno puede llegar a Londres -o cualquier ciudad británica- y ponerse a buscar pega sin más trámites.
‘Si alguien quiere tener un empleo acá debe buscar un sponsor que le permita obtener una visa de trabajo. Ese es otro proceso diferente. Por lo general, un chileno necesitará una oferta de trabajo de un empleador británico para obtener dicha visa’, recalca Miller, quien destaca que el acuerdo de reconocimiento mutuo igual facilita el trámite: ‘Significa que el empleador puede quedar tranquilo respecto a que un título profesional emitido en Chile tiene su equivalencia en el sistema de calificación del Reino Unido’.
Con el MRA vigente, basta ingresar la información del diploma chileno en la página web de UK Naric (http://bit.ly/2Meq7np), esperar la resolución -que debiese ser automática- y no pagar ningún costo asociado. Por ahora, no hay una estimación de cuántos chilenos han accedido a este acuerdo de reconocimiento. El trámite real Raúl Ramírez (34), profesor de Artes de la UC de Temuco, logró que su grado de licenciado fuera reconocido por el Reino Unido el 2014, antes de la firma del acuerdo. ‘El proceso era sencillo y todo lo hice online: pedían la copia del título original traducido al inglés y las notas de la universidad’, consigna LUN.
El trámite tardó 20 días y tuvo que pagar $45.000. El 2013 Ramírez había llegado a Inglaterra para cursar un master en Educación en la Universidad de Exeter. Ahí también se le pidió validar su título, pero ese es un proceso interno que lleva cada universidad. Con ambas validaciones, pudo trabajar enseñando español y francés en algunos colegios británicos con una ‘visa especial de extensión’ que tenía vigencia de un año y le permitía trabajar un máximo de 20 horas semanales. Como le gustó el sistema educacional británico, Raúl decidió extender su estadía.
Con su título validado, debió aprobar un curso de entrenamiento de un año en la U. de Portsmouth para validar sus estudios de Pedagogía (que es una exigencia extra para los profesores). Lo complejo para un chileno que quiera proyectar su carrera profesional en Gran Bretaña, subraya, es que sí o sí se requiere de un patrocinador (sponsor) para lograr una visa de trabajo. Este documento le permite a extranjeros trabajar durante dos años renovables en ese país. En su caso no fue tan difícil, pues en Portsmouth los profesores de lenguas son bien cotizados: ‘Tuve la suerte de encontrar un nicho con fuerte demanda.
Después de ese año de entrenamiento me presenté a un colegio que fue mi sponsor para obtener la visa’. ¿Cómo es la cosa para otras profesiones? ‘Cuesta mucho sacar una visa de trabajo. En Inglaterra buscan el capital de trabajo que tienen acá. Sólo luego de eso las empresas u organismos públicos, como en mi caso, te pueden dar el sponsor si no encuentran el capital que requieren. La visa de trabajo funciona solo con sponsor, no hay otra manera’. La postulación a la visa de trabajo le costó 500 libras (unos $430.000 chilenos).
Otra chilena que también pudo reconocer su título es la licenciada en Matemáticas es Alejandra Poblete (36), quien lleva 4 años viviendo en Gran Bretaña. ‘El problema real no es reconocer el título; lo complicado es tener visa para trabajar y vivir aquí. Mi marido es británico y por eso no tengo problemas de visa’, cuenta. Una ventaja del sistema educacional británico, añade, es que trabaja de 8:30 a 15:30 horas y nada más. ‘No hay que planificar las clases, no hay que pasar horas escribiendo documentos, solo hacer clases. Cuando los niños se van del colegio yo también me puedo ir a casa’. Su sueldo como docente es mucho más alto que en Chile, dice, aunque reconoce que la vida es mucho más cara.
En el Reino Unido, a su vez, es responsabilidad del Centro Nacional de Información para Reconocimiento (UK Naric). ‘El trámite es totalmente gratuito. Sin embargo, existen costos asociados a la legalización y emisión de documentos’, aclara. Steve Miller, portavoz de UK Naric, le confirma a LUN que el acuerdo establece la reciprocidad en licenciaturas y posgrados (magísteres y doctorados).
‘La idea del Mutual Recognition Agreement of Higher Education Qualifications (MRA) es permitir que ese reconocimiento sea automático y no haya que esperar mucho tiempo’, define. Ojo: un requisito para validar los diplomas chilenos allá es que la institución y el programa estén acreditados acá por la Comisión Nacional de Acreditación (puede revisar el estatus de cada carrera en http:// bit.ly/BuscadorCNA) Este acuerdo, por cierto, no significa que un profesional chileno puede llegar a Londres -o cualquier ciudad británica- y ponerse a buscar pega sin más trámites.
‘Si alguien quiere tener un empleo acá debe buscar un sponsor que le permita obtener una visa de trabajo. Ese es otro proceso diferente. Por lo general, un chileno necesitará una oferta de trabajo de un empleador británico para obtener dicha visa’, recalca Miller, quien destaca que el acuerdo de reconocimiento mutuo igual facilita el trámite: ‘Significa que el empleador puede quedar tranquilo respecto a que un título profesional emitido en Chile tiene su equivalencia en el sistema de calificación del Reino Unido’.
Con el MRA vigente, basta ingresar la información del diploma chileno en la página web de UK Naric (http://bit.ly/2Meq7np), esperar la resolución -que debiese ser automática- y no pagar ningún costo asociado. Por ahora, no hay una estimación de cuántos chilenos han accedido a este acuerdo de reconocimiento. El trámite real Raúl Ramírez (34), profesor de Artes de la UC de Temuco, logró que su grado de licenciado fuera reconocido por el Reino Unido el 2014, antes de la firma del acuerdo. ‘El proceso era sencillo y todo lo hice online: pedían la copia del título original traducido al inglés y las notas de la universidad’, consigna LUN.
El trámite tardó 20 días y tuvo que pagar $45.000. El 2013 Ramírez había llegado a Inglaterra para cursar un master en Educación en la Universidad de Exeter. Ahí también se le pidió validar su título, pero ese es un proceso interno que lleva cada universidad. Con ambas validaciones, pudo trabajar enseñando español y francés en algunos colegios británicos con una ‘visa especial de extensión’ que tenía vigencia de un año y le permitía trabajar un máximo de 20 horas semanales. Como le gustó el sistema educacional británico, Raúl decidió extender su estadía.
Con su título validado, debió aprobar un curso de entrenamiento de un año en la U. de Portsmouth para validar sus estudios de Pedagogía (que es una exigencia extra para los profesores). Lo complejo para un chileno que quiera proyectar su carrera profesional en Gran Bretaña, subraya, es que sí o sí se requiere de un patrocinador (sponsor) para lograr una visa de trabajo. Este documento le permite a extranjeros trabajar durante dos años renovables en ese país. En su caso no fue tan difícil, pues en Portsmouth los profesores de lenguas son bien cotizados: ‘Tuve la suerte de encontrar un nicho con fuerte demanda.
Después de ese año de entrenamiento me presenté a un colegio que fue mi sponsor para obtener la visa’. ¿Cómo es la cosa para otras profesiones? ‘Cuesta mucho sacar una visa de trabajo. En Inglaterra buscan el capital de trabajo que tienen acá. Sólo luego de eso las empresas u organismos públicos, como en mi caso, te pueden dar el sponsor si no encuentran el capital que requieren. La visa de trabajo funciona solo con sponsor, no hay otra manera’. La postulación a la visa de trabajo le costó 500 libras (unos $430.000 chilenos).
Otra chilena que también pudo reconocer su título es la licenciada en Matemáticas es Alejandra Poblete (36), quien lleva 4 años viviendo en Gran Bretaña. ‘El problema real no es reconocer el título; lo complicado es tener visa para trabajar y vivir aquí. Mi marido es británico y por eso no tengo problemas de visa’, cuenta. Una ventaja del sistema educacional británico, añade, es que trabaja de 8:30 a 15:30 horas y nada más. ‘No hay que planificar las clases, no hay que pasar horas escribiendo documentos, solo hacer clases. Cuando los niños se van del colegio yo también me puedo ir a casa’. Su sueldo como docente es mucho más alto que en Chile, dice, aunque reconoce que la vida es mucho más cara.