En el último tiempo, el incremento exponencial de la tecnología ha hecho que esta avance de forma vertiginosa, permeando el mundo laboral. Lo que, a su vez, pone el foco en cómo se puede avanzar en su educación. En ese contexto, aparece la necesidad de diseñar políticas para enseñar Ciencias de la Computación (CC) a los niños y jóvenes, como parte de un movimiento global que busca incorporar una base tecnológica al pensamiento de nuevas generaciones.
¿Cómo está América Latina en el área? ¿Qué están haciendo los países al respecto? Y, ¿a qué desafíos se enfrentan? Esas y otras preguntas responde un estudio realizado por académicos chilenos para Microsoft al que tuvo acceso ‘El Mercurio’. El trabajo aborda las experiencias y desafíos de cinco países de la región (Chile, Colombia, Costa Rica, Argentina y Uruguay), así como sus políticas implementadas. Según los investigadores, estas naciones fueron seleccionadas por ser las más avanzadas en el área. Del estudio se desprende que el principal desafío de la región es la formación de profesores. ‘A la luz de la experiencia revisada, la capacitación de los docentes para enseñar ciencias de la computación representa el principal desafío que deben enfrentar las políticas para tener impacto en las prácticas escolares’, se lee en el documento.
Tiempo corto
‘Sin ninguna duda, es el principal desafío, como que no vimos otra cosa’, comenta Pedro Hepp, ingeniero UC, doctor en Ciencias de la Computación y uno de los autores del estudio. Junto al equipo investigador, Hepp visitó aulas en cada país y realizó entrevistas a profesores, directores y encargados de las políticas públicas. ‘Vimos que algunos laboratorios son maravillosos, pero si te quedas una hora adentro viendo lo que pasa allí, uno duda si no sería mejor que el profesor estuviera con lápiz, papel y pizarra solamente’, dice Hepp. Sobre el caso particular de Chile, comenta: ‘Los profesores tienen bastante conciencia del tema y están preocupados, pero falta tiempo para que modifiquen su pedagogía, en medio de un currículum sobrecargado’.
Según explica Hepp, los profesores suelen responder lo siguiente: ‘¿Cómo incluyo esto sin trabajar el fin de semana? El tiempo para innovar es corto’. Ignacio Jara, miembro del Centro Profesional Docente de la U. Diego Portales, quien también participó como investigador en el estudio, dice que esta es una de las principales tensiones que encontró el trabajo. ‘Fueron muchas las clases que observamos en los distintos países en que los docentes se ven forzados a facilitar respuestas para avanzar, entonces, los desafíos que deberían enfrentar los alumnos para pensar, muchas veces los profesores los resuelven, y el alumno que no logró entender se queda atrás’, dice Jara.
Si bien el desafío no es nuevo, el diagnóstico genera demandas importantes en Chile, opina Hugo Martínez, director pedagógico de Colegium. ‘Aquí no tenemos formación de pregrado de profesores de Tecnología, por ejemplo, menos de enseñanza de código’, dice Martínez. Y agrega: ‘Es un desafío no menor, porque a diferencia de otras reformas donde tienes una base, por ejemplo, si se quisiera ajustar el currículum de Lenguaje, para lo cual hay profesores formados en eso, en este caso no los hay’. A su juicio, el principal desafío es pedagógico. ‘Puede que el contenido de la enseñanza de código esté en la web, pero para desarrollar pensamiento computacional tiene que haber razonamiento lógico y, ¿cómo desarrollo eso en los alumnos?, ¿cómo los retroalimento? Allí está el desafío’, opina Martínez.
Visión país
Sebastián Marambio, coordinador del Centro de Innovación del Ministerio de Educación, admite que el manejo de nociones básicas de estas nuevas habilidades por parte de los docentes es uno de los principales retos para llevar el pensamiento computacional a las aulas chilenas. El segundo, asegura, es la motivación de estos para nutrirse de nuevos conocimientos.
Marambio dice que el Plan Nacional de Lenguajes Digitales que está impulsando el Ministerio de Educación desde 2018 tiene como foco principal estos dos objetivos. ‘Formar docentes y ayudarlos a perder el miedo, invitarlos a atreverse’, comenta Marambio, quien asegura que hasta ahora han trabajado con 900 profesores. ‘Sabemos que la enseñanza de pensamiento computacional es una habilidad clave para el futuro’, dice Marambio. Para los expertos entrevistados, es indispensable saber si políticas como estas van a perdurar en el tiempo. Hugo Martínez lo resume así: ‘Debemos tener una visión país, de mediano y largo plazo. Si no nos hacemos cargo de esto con mayor rapidez y consenso, puede terminar siendo visto como una moda pasajera’.
Fuente: El Mercurio