Desde el 2008 que funciona en Las Cruces, comuna de El Tabo, la escuela especial Nadiel. El proyecto fue una idea creada por Nancy Díaz y Eliseo Urriola, quienes se convirtieron en los primeros sostenedores bajo la sociedad educacional Urriola y Díaz.
«Esta escuela nace porque muchos padres de la comuna de El Tabo no tenían la posibilidad de contar con una escuela para niños especiales y tenían que llevarlos a San Antonio, lo que complicaba el tema del traslado y la locomoción hacia dicha comuna», reconoce Evelyn Ríos, actual directora del establecimiento e hija de la fallecida impulsora Nancy Díaz, quien fuera una destacada fonoaudióloga.
«Ella junto a su esposo Eliseo, quien era profesor y además me crió como una hija, me dejaron este hermoso legado que con amor, esfuerzo, perseverancia y el apoyo de mis equipos hemos podido ir sacando adelante, pese a que hemos pasado momentos difíciles, pero nuestros alumnos se merecen que sigamos adelante», dice.
La también educadora diferencial agrega que «la escuela está integrada por niños y jóvenes entre los 4 y los 26 años. Estamos trabajando bajo el decreto 83, que significa que los cursos tienen la misma nomenclatura que un colegio regular: nosotros contamos con cursos desde prekinder hasta octavo básico y posteriormente se incorporan los talleres laborales».
-¿Qué talleres se realizan para los alumnos?
-Este año, por ejemplo, realizamos ecotalleres, donde trabajamos con el tema del reciclaje. Hay un taller de madera que trabaja solamente con recolección de madera del entorno, otro curso es de retos múltiples, donde se han hecho bisutería con discos compactos. Y el taller que tiene más tiempo es el de cocina, que se realiza hace dos años. Los talleres se dividen por las capacidades de los chicos y chicas que están en las escuelas.
-¿Qué tipo de trastornos tienen los alumnos que asisten a la escuela?
-Hay desde discapacidad leve, hasta discapacidades severas, niños con parálisis cerebral, síndrome de Down, autismo. En total en este 2019 tenemos 57 alumnos que vienen desde Algarrobo hasta Cartagena. Incluso una chica viene desde Tunquén hasta nuestra escuela. De lunes a viernes tenemos doble jornada: en las mañanas tenemos los talleres laborales, además de séptimo y octavo básico, cuyos alumnos entran a las 8.30 y salen a las 13.45. Y en la tarde los cursos más chicos van desde las 2 hasta las 18 horas.
-¿Cuánto tiempo pasan los alumnos asistiendo a clases generalmente?
-Eso dependerá del diagnóstico de los alumnos. Por ejemplo, si tienen una discapacidad intelectual leve, nuestra misión es poder nivelarlos en sus estudios y derivarlos a un proyecto de integración a un colegio regular. En tanto los que tienen un trastorno más severo, se quedan más tiempo. De hecho, a algunos de los alumnos los tenemos desde que comenzamos en el 2008 y han crecido junto a nosotros.
-¿Cómo ha sido la recepción de las familias con el trabajo que realizan ustedes?
-Tenemos de todo tipo de apoderados como se da en cualquier establecimiento educacional. Pero la verdad es que la mayoría apoya bastante, y para ellos esta escuela también ha sido un apoyo, ya que la sicóloga realiza talleres para los padres para ayudarlos en sus inquietudes; el fonoaudiólogo les efectúa talleres para ayudar en las terapias que se hacen en las casas.
Cuerpo docente
Actualmente en la escuela especial Nadiel de Las Cruces trabajan cuatro educadoras diferenciales: María José Cepeda, Claudia Arenas, Ricardo Horta y Evelyn Ríos; un profesor de Educación Física y deportes adaptados, Roberto Gutiérrez; una profesora de teatro, Marianela Peñailillo; una sicóloga, Sandra Tapia; un fonoaudiólogo, Pablo Vera; dos técnicas de educación diferencial, Paulina Navarrete y Andrea Ascui; una sicopedagoga, Claudia Silva; y la funcionaria que más tiempo lleva trabajando en la escuela: la querida «Tía Coty», auxiliar que está desde la inauguración del establecimiento.
«Podríamos decir que contamos con un grupo consolidado desde hace un tiempo importante. Para todos es una motivación trabajar acá ya que se resalta nuestra vocación con los alumnos. Por eso, si hay una palabra para describir este trabajo es alegría, ya que los mismos chicos nos inyectan esta energía positiva día a día», reconoce la directora Evelyn Ríos, agregando que los niños «quieren ir siempre a la escuela. De hecho para las vacaciones quieren que sigamos haciendo talleres, ya que a veces se aburren en las casas cuando están sin clases».
-¿Qué pasa con los alumnos una vez que salen al mundo laboral o terminan su proceso en la escuela?
-En este minuto este tema es nuestra mayor preocupación. Hemos realizado estudios y la mayoría de los jóvenes que han egresado están en sus casas, por lo que nuestra proyección es que ellos antes de egresar puedan realizar una práctica quizás en supermercados, negocios o locales de comidas de la comuna, para que puedan integrarse y tener un trabajo remunerado. Ojalá los comerciantes de la zona nos ayuden con la integración de estos jóvenes. Y los que no puedan trabajar por sus condiciones, la idea es que en casa hagan talleres y puedan vender sus productos posteriormente o armar algún emprendimiento.
-¿Cómo se puede evaluar este 2019 que está terminando?
-Ha sido un año donde nos hemos consolidado como equipo y donde también hemos visto hartos avances y logros en la escuela, por lo que estamos todos muy contentos.
Fiesta de navidad
El pasado martes 17 de diciembre los alumnos y alumnas tuvieron un festejo navideño que fue organizado por la fundación «Inclúyeme», dirigida por Héctor Santibáñez, el exfutbolista profesional de Universidad de Chile y Santiago Wanderers, entre otros clubes.
«Este es segundo año en que la fundación nos apadrina para la Navidad. Nos aportan con una subvención para nosotros poder comprar lo que son las cosas para el desayuno, dulces, bebidas y como escuela nosotros nos ponemos con la decoración. Y ellos también traen profesores de zumba y se realizan muchas actividades que son muy disfrutadas por los alumnos», detalla Evelyn Ríos.
Esta es una de las últimas actividades de la escuela especial Nadiel, ya que las clases terminan hoy. «Ese día (hoy) tendremos nuestra celebración final donde realizaremos una presentación del taller de teatro y otros bailes que hacen los alumnos con los profesores», comenta la directora que además explica el motivo del nombre del establecimiento.
«Se llama Nadiel por un juego de palabras con los nombres de los fundadores, Nancy y Eliseo, y entremedio va la abreviatura de discapacidad», explica la hija de la recordada fundadora Nancy Díaz.
Fuente: El Líder San Antonio